miércoles, 29 de octubre de 2008

A veces es el pasado el que viene

A veces es el pasado el que viene. Pero lo comun es que se vaya. Es esperar el tiempo, mirar hacia atrás y sonreir un poquito. Pero se hace agobiante...

Mejor mirar al frente -dicen-, con el sol a nuestras espaldas y una suave brisa en el rostro. Pero no me convence tanto: tener el viento en la cara suele terminar con los ojos llenos de porquerias.

El presente, ese atomo inexistente de tiempo, suele estar terriblemente devaluado. Claro, uno puede venir a hablar del carpe diem, pero lo que unos llaman aprovechar el presente no es mas que una forma de escapismo o una forma de ignorancia; no es eso a lo que me refiero.

Hay que comprender el presente como el producto del equilibro entre el pasado y el futuro, como el punto exacto en el que lo potencial se hace real, se hace sustancia. Es el instante mismo en el cual el futuro se hace realidad, donde todos los planes, todas las consecuencias nos alcanzan, y no nos queda otra que hacernos cargo. El pasado y el futuro no existen, no son mas que ilusion. Solo el presente es real. Eso no quiere decir que uno deba ignorar a ambos, solo que deben ser puestos en perspectiva.

No quiero hacer moral, señoras y señores, asi que mejor lo termino aca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿vos tenes moral? justo vos..

Anónimo dijo...

Es muy parecido a lo que sostiene el budismo.
De hecho la meditación no es "poner la mente en blanco" sino reposar la atención en el presente y observar los pensamientos.