miércoles, 21 de enero de 2009

Una vieja frase me da vueltas en la cabeza desde hace mucho

Una mano anciana escribiendo con pluma sobre un texto de apariencia antigua
Una vieja frase me da vueltas en la cabeza desde hace mucho. Es una frase interesante, con ritmo propio; una frase con un significado del cual puedo ser partidario, que me estimula diversas conjeturas. Desconozco si es mia o si la oi por ahí, pero por las dudas, considero que merece aparecer en papel.

Me siento, y empiezo a pensar, a laburar, a moldear una maldita idea que se retuerce, corre, salta, se escabulle, muerde, escupe... pero poco a poco voy dandole forma. No es un trabajo sencillo ni glamoroso, por mas que uno siempre intente disfrazarlo de esa manera. Los penosos minutos, horas o dias que puede llevar este proceso se alargan, y al terminar dan por fruto algo que antes no existia. Yo lo considero hermoso, pero es normal: soy el padre. Y ahí esta la frase: plasmada en toda su gloria.

Luego de observar atentamente mi obra, de limpiarla de impurezas, de corregir algunos errores que ahora noto, que se me escaparon en las sucesivas relecturas y correcciones, me recuesto y suspiro satisfecho: un texto mas que se abre camino, una frase nueva revoloteando por sobre mis textos.